MÚSICA DE LOS DANZANTES

No hay danza sin música, sin olvidar que es posible que suceda también a la inversa. En todo caso, la música forma parte indispensable de las danzas de San Lorenzo.

Gaiteros de San Lorenzo

Si aceptamos que los Danzantes de San Lorenzo responden en cierto modo a una estética barroca, en el caso de la música no lo es tanto. Precisemos un poco: la música que acompaña a las danzas no cumple directamente con los cánones de la música barroca culta tal y como la entendemos hoy día. Eso no quiere decir que las melodías no puedan tener un origen dieciochesco o incluso anterior, pero no hemos tenido como objetivo al seleccionar las músicas, tal condicionante cronológico-estilístico.

Capilla de música en la procesión del Corpus sevillano en 1747. Chirimías y bajones acompañan al coro en el que también intervienen los niños Seises (VV AA 1992 Ver Bibliografía)

Nos pareció más apropiado buscar una música cercana al oyente en un medio tan exigente como es la vía pública, donde todo el mundo tiene acceso al espectáculo y opinión sobre el mismo. Resultaba imprescindible que las melodías resultaran familiares; que todo el mundo las aceptara como endémicas a la vez que universales—entendido el universo modestamente como los lugares con un patrimonio musical con ciertos estratos similares al nuestro, salvando las distancias—, que no fueran ni extrañas ni claramente identificables.

Danzantes de San Lorenzo bailando la Habanera, un género que se popularizó entre los danzantes a finales del  siglo XIX

Para eso, buscamos  una cierta diversidad rítmica reconocible por nuestro público, con melodías sencillas y fáciles de memorizar. Algunas las tomamos prestadas de aquí y allí y otras se fabricaron ad hoc, pero todas mantienen un estilo que ha llegado hasta nuestros días y que hemos escuchado y cantado en nuestras fiestas hasta hoy: en la sencillez y en lo familiar de la estructura, ritmo y melodía radica la clave de la música que acompaña a los danzantes.

Bailando ante la parroquia de San Lorenzo en Pamplona el día 10 de agosto,
día en el que se congrega mucha gente para celebrar las fiestas de la calle cuyo nombre está dedicado al santo

Hemos aludido anteriormente a la calle como medio natural de esta música. Si bien en este momento no conviene entrar en polémicas entre la existencia de música culta e inculta—no se interprete despectivamente—, es menester decir que las melodías de los danzantes de San Lorenzo son un claro exponente de la falta de nitidez entre ambas modalidades de hacer música. Como mostramos al analizar expresamente cada melodía (ver apartado Repertorio) no son pocas las músicas que teniendo un origen presumiblemente culto han arraigado ente el vulgo y viceversa.