INSTRUMENTOS PARA LA DANZA

La música de los danzantes, obviamente, la interpretan músicos con sus instrumentos. No obstante, no han sido ni son siempre los mismos instrumentos y músicos los intérpretes de dichas músicas: el instrumento, así como el número de instrumentistas, varía tanto a lo largo de la historia, como de la geografía, dentro de unos patrones comunes.

Nos decantamos por la gaita

Pareció en su momento lo más apropiado que fueran las gaitas las encargadas de hacer moverse a los Danzantes de San Lorenzo, aunque las opciones, como veremos, eran numerosas. Dicha decisión es perfectamente comprensible en una ciudad como Pamplona, donde la gaita ocupa un lugar eminente (pero no siempre privilegiado). El timbre y volumen del instrumento lo hacen apropiado para la danza en espacios abiertos, más aún en esta época en la que sonidos y músicas producidas por maquinaria pesada sustituyen y dominan a los músicos de carne y hueso. La propia banda de gaiteros es una agrupación apta para este tipo de danza, puesto que no es excesivamente numerosa, pero cuenta con una base rítmica, el tambor, y un componente melódico, la gaita, que a su vez se subdivide en dos voces, proporcionando una mayor riqueza sonora.

 

Los Elizaga en Tauste en 1931. Fotografía de Fernando Zaragüeta. Colección de M. A. Elizaga (Cebamanos 2005: 182. Ver Bibliografía)

Por otra parte, no había más que mirar a nuestro alrededor, para comprender que la gaita y los danzantes están, a día de hoy, íntimamente ligados: Tauste, Monteagudo, Cortes, Ochagavía, Ribaforada, Elciego, Albelda, Anguiano, Belinchón y un largo etcétera fácilmente prolongable en sus fronteras hace uso de este instrumento para acompañar sus danzas.

También históricamente ha existido esa ligadura, como demuestra el grabado del Corpus de Sevilla de 1747. Jesús Ramos nos dice: “la gaita [para] el acompañamiento de las danzas (...) se hace regular en los grupos venidos a Iruña entrado el siglo XVII” (Aramburu et al., 1999: 481. Ver Bibliografía). Es más, propone una cronología en la que afirma que la gaita sustituyó en Pamplona al txuntxunero a partir de mediados del siglo XVII, cuando empieza a hacer su aparición junto con grupos de danzantes venidos del sur de Navarra. A principios del siglo XVIII se acompaña de tambor. En el caso de la gaita, no resulta siempre fácil discernir en la documentación antigua si se trata de gaitas de odre o gaitas simples.

El txuntxunero tiene su lugar

Músico tocando el salterio y el chiflo en Yebra de Basa     (Cancer 2003:22 Ver Bibliografía)

 

Por lo tanto, la flauta de tres agujeros con un instrumento de percusión (sea tamboril o tambor de cuerdas) y normalmente un músico solo, han acompañado y acompañan todavía hoy a las danzas en ambas vertientes pirenaicas de este a oeste (Yebra de Basa, Embún, Oñati, Tolosa etc.) e incluso fuera de Navarra, en zonas de clima mediterráneo, como Puebla de Guzmán en Huelva.

También en Pamplona encontramos referencias de su presencia  como acompañante de danzantes (Aramburu et al., 1999: 484, 540), pero no parece que haya sido nunca simultáneamente con instrumentos de doble lengüeta como es la gaita. Por los motivos antes descritos, nos decantamos por la doble lengüeta para acompañar a los danzantes de San Lorenzo, reconociendo, eso sí, plena legitimidad para dicha labor a la flauta de tres agujeros.

Detalle del friso renacentista del palacio de Oriz en Navarra.

Tanto al principio como al final se pueden observar unos músicos tocando flautas de tres agujeros (Arizmendi  1976. Ver Bibliografía)

 

La banda de Música
No obstante, es bien sabido que en épocas de sequía gaiteril (por falta de músicos o presupuesto) y hasta hace no más de veinte años, en muchas localidades el acordeón el clarinete u otro instrumento ha sido el encargado de hacer bailar a los danzantes. Después han venido tiempos mejores y la soledad de dicho músico al que por supuesto alabamos su habilidad y funcionalidad, se ha visto sustituida por agrupaciones musicales más complejas. Hemos mencionado la banda de gaiteros, pero en lugares como Gallur, Huesca o Almudévar entre otros muchos, es la banda de música del pueblo la encargada de poner la música. Esto, claro está, amplía enormemente las posibilidades musicales, pero carece de sentido fuera de la fiesta en el propio pueblo, puesto que por razones lógicas, resulta costoso en todos los sentidos llevar una banda completa a cada lugar donde los danzantes sean requeridos.
La gaita mas un buen acompañamiento

Los Gaiteros de San Lorenzo, con dos trombones, trompeta,  saxofón y bombardino http://www.flickr.com/photos/kezka/2589445525/

 

Conscientes de todo lo dicho, buscamos un término medio. Son los Gaiteros de San Lorenzo los que tocan para los danzantes, pero en ocasiones especiales como puede ser el día de San Lorenzo, una agrupación de un máximo de diez miembros formada por instrumentos de viento madera y viento metal acompaña a los tres integrantes de la banda de gaiteros, aunando por un lado, la viveza de la gaita, y por otro la riqueza polifónica de los demás instrumentos de viento y creando a su vez una agrupación musical mucho más manejable y asequible que una banda de música completa. 

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